Por lo general cualquier impacto en su parabrisas puede producir una grieta o una ligera fisura que puede afectar a la integridad del cristal, que puede agrietarse en plena conducción sólo por un cambio de presión o de temperatura o por un socavón lo que afectaría su seguridad y la de su familia en su caso.
Si su parabrisas sufre un impacto importante y tiene alguna duda, sobre si se ha producido alguna fisura no dude en ponerse en contacto con nosotros para qué visualizamos el problema y en su caso efectuar una reparación que sea eficaz y duradera y que garantice la seguridad de su cristal.
A través de resinas y distintos aceleradores realizamos la reparación del vidrio sin necesidad de sustituirlo siempre y cuando el impacto sea inferior a los 15 mm y no esté situado en la línea de visión de conducción ni se encuentre cercano a los lados que se insertan en la carrocería del vehículo. Con la reparación su parabrisas conserva casi al 100 % las mismas características de seguridad que estanqueidad. Hay que tener en cuenta que los cristales laterales y las lunas traseras no se pueden reparar y deben ser sustituidos.